Hace tiempo me pedían muffins salados, y es que en el blog creo que sólo tengo una receta, así que voy pagando mis deudas con estos deliciosos Muffins de Tocino y Queso.

Los preparé para el desayuno y quedaron buenísimos, eso sí, hay que comerlos calientitos, si es posible recién salidos del horno.

La verdad es que no suelo hacer muffins salados, tengo algunas recetas guardadas por ahí esperando que les meta mano, pero mi cerebro aún no calibra que existen y mayormente preparo muffins dulces, ya que si pienso en algo salado, me voy para la opción de hacer pan. Pero la ventaja de hacer muffins en lugar de pan es el poco tiempo que toma prepararlos, al no llevar levadura y no tener que esperar la fermentación, panecillos como estos se pueden tener en menos de una hora, así que tranquilamente se pueden preparar para el desayuno.

La receta es del libro Muffins de Williams-Sonoma. Originalmente lleva queso gruyere, pero en reemplazo de este le puse un queso andino, me encantan los quesos locales. Pueden elegir el queso que más les guste, pero lo ideal es que sea uno que se derrita y que tenga sabor fuerte para poder sentirlo.

Un cambio que sí creo le vendría más que bien a la receta original es disminuir la cantidad de azúcar. Estos muffins a pesar de ser salados llevan dos cucharadas de azúcar, pero yo le bajaría a una cucharada, creo que así quedarían más saladitos. No les digo aumentar la cantidad de sal, porque el tocino y el queso ya son salados y lo que se busca es un sabor con equilibrio.  En la receta que les pongo tiene las 2 cucharadas, pero aquí tienen mi sugerencia en caso se animen a probarlos con menos.

Primero hay que freir las lonjas de tocino: colocarlas en una sartén caliente y dejar que queden bien doradas. Si quieren le ponen aceite y si quieren no, yo puse un poco de aceite en spray para ayudar a que suelten bien la grasa, ya que esta se puede usar para la masa de los muffins. Una vez estén doraditas, retirar, colocarlas sobre papel absorbente y una vez frías picarlas en cuadritos, no muy chiquitos para que se puedan sentir dentro del muffin.

En un tazón grande cernir la harina junto con el polvo de hornear y sal y mezclar con el azúcar.

En otro tazón mezclar los huevos con la leche, el yogurt y el aceite. La receta lleva mantequilla derretida, pero yo preferí usar aceite de girasol. Una recomendación del libro es que se reemplace parte de la mantequilla (aceite en mi caso) por la grasa del tocino, esto para que el muffin tenga más sabor. Yo reemplacé una cucharada de aceite por una cucharada de la grasa del tocino, bueno, es lo que quedó en la sartén.

Agregar la mezcla de huevos a los ingredientes secos y con ayuda de una espátula de goma mezclar bien hasta conseguir una masa homogénea.

Agregar el tocino y queso picado y mezclar sólo hasta integrar.

Repartir la masa en los moldes de muffins previamente engrasados, llenándolos bien. Los muffins salados los hago sin pirotines (cápsulas) y para engrasar los moldes uso la grasa en spray. Mi molde es para 12, así que a los tres que quedaron sin masa les puse un poco de agua.

Llevar a horno precalentado en 400°C/200°F por unos 20 minutos, hasta que al insertar un probador, este salga limpio.

Dejar reposar unos 5 minutos en el molde, luego desmoldar y transferir a una rejilla para que entibien. La idea es comerlos así, que aún estén algo calientes.

Hacer click aquí para obtener la receta de los Muffins de Tocino y Queso.