Hace unos días fuimos a almorzar a la casa de unos amigos, naturalmente tenía que llevar el postre, así que opté por una deliciosa y saludable Tarta de Moras.

Las tartas de frutas son sumamente fáciles de hacer, lo más complicado es la masa, que en verdad no lo es tanto, sólo que tiene sus tiempos de reposo que hay que respetar, fuera de eso, cualquiera puede hacer una.

Ya se siente la primavera en el ambiente, casi todos los días amanece con sol o por lo menos sale el sol a medio día. Por mi casa ya se escuchan los pájaros desde muy temprano y mi árbol de moras está cada día más verde y lleno de frutos. Esa es la señal de que el invierno está terminando, mirar por la ventana de mi cuarto y ver que las hojas ya están verdes, que hay pequeños brotes que poco a poco van tomando color son señales inequívocas del cambio de estación.

Como ya empiezan a aparecer las moras, qué mejor que ir cosechando para preparar postres con estas bayas, recién sacadas del árbol. Así que muy temprano fui a ver cómo estaba la cosecha y me encontré con algunos inquilinos que no había invitado. Un pequeño nido de pájaro, al parecer de periquito australiano, que abundan por mi zona. Eso y un pequeño caracol que en lugar de estar en tierra firme decidió aventurarse por las ramas, seguro tentado por probar el fruto fresco. Lo dejé ahí.

Las tartas son muy versátiles, las hay saladas y las hay dulces, de frutas frescas, de frutas secas o hasta de mermelada. Todas tienen una misma forma de preparar, una masa que sirve de base, un relleno y luego más masa, ya sea en forma de rejilla o una sola capa, con decorado o sin él.

La masa se puede hacer neutra, dulce o simplemente de galletas con matequilla. Entre las masas preparadas se puede optar por una brisé, sablé, mil hojas o hasta phylo. Todo está en el gusto de las personas. Estas masas también pueden ser saborizadas con chocolate, con canela, y pueden ser hechas con harina común, harina integral o harina de almendras. Cada una tiene su propia técnica.

Para que una tarta quede como a uno le gusta debe saber escoger la masa. Por ejemplo, para mí, si el relleno es bien dulce, entonces prefiero optar por una masa neutra, como por ejemplo las que son rellenas con mermeladas. En cambio si el relleno no es tan dulce y tiende a ser un poco ácido, prefiero hacer una masa dulce, como por ejemplo la tarta de manzana. Para el caso de las tartas de chocolate, me encanta hacer la masa dulce y además con chocolate.

Tampoco es que yo sea muy creativa, no, yo normalmente no soy de inventar recetas, lo máximo que hago es acomodarlas a mi gusto, un poco más de esto, un poco más de aquello, pero siempre parto de una base, de algo que ya alguien probó. Pero para el caso de las tartas no me complico, tengo ya los tipos de masa que siempre hago y que nunca me fallan.

Así pues, para preparar esta tarta de moras, sacadas de mi jardín, decidí por una masa simple, una masa neutra. Además, como yo estaría en el almuerzo y comería del postre, opté por algunos pequeños cambios para que me sea más fácil comerla: combiné la harina con harina integral y además usé margarina en lugar de mantequilla. El resultado fue bastante bueno, así que se los recomiendo.

Algo que siempre deben tener en cuenta cuando hacen tartas son los tiempos, muchas veces la masa debe reposar por lo menos una hora en la refrigeradora, entonces, si el tiempo les es muy corto, es preferible que hagan la masa el día anterior, así se ahorran un buen tiempo para el día que la preparen. Si no tienen apuro, entonces todo lo pueden hacer en un solo día.

Bien, preparemos entonces la masa. Como les conté, esta vez decidí usar ambas harinas, no me mandé por toda integral porque no sabía cómo quedaría, así que preferí ir a lo seguro. Otra cosa que van a necesitar es sal, yo no le puse porque usé margarina con sal, en caso usen una sin ella, entonces sí pueden poner 1/4 de cucharadita de sal.

Ponen los secos en el procesador y le agregan la margarina fría cortada en cuadritos. El secreto de esta masa es que el elemento graso esté bien frío, así que saquen la margarina (o si quieren mantequilla) de la refrigeradora justo para el momento de usarla.

Procesar hasta conseguir un arenado. Me encanta usar el procesador de alimentos, me facilita bastante la labor, pero no es imprescindible, es decir, si no lo tienen pueden usar sus manos o incluso un par de tenedores. La cosa es que logren integrar los secos con la margarina, pero no formen una masa, simplemente logren un punto como de arena o de avena.

Con el procesador en funcionamiento, agregar el agua fría en forma de hilo y procesar hasta que vean que se forma la masa. La masa al principio abarcará todo el procesador, pero una vez terminado de agregar el agua y procesando por unos segundos más verán que se forma una bola, eso quiere decir que ya está.

Retirar la masa y colocarla sobre la mesa de trabajo. No es necesario agregar más harina, con la que sale del procesador es suficiente. Pero si ven que se les pega en la mesa, entonces pongan un poquito más de harina, pero no mucho, para que la masa no se altere.

Con las manos unir la masa (no es necesario amasar), darle forma de cilindro y dividirla en dos: 2/3 de la masa será para la base de la tarta y 1/3 será para hacer el enrejado.

Poner film sobre la mesa, colocar una de las masas sobre éste, cubrir con film y con las manos darle forma de disco. Llevar a la refrigeradora por lo menos una hora o si quieren toda la noche. Hacer lo mismo con la otra parte de la masa.

El relleno es súper fácil. Primero hay que mezclar el azúcar con la canela y la fécula de maíz.

Agregar la mezcla del azúcar sobre las moras y revolver con cuidado…eso es todo.

Para el armado de la tarta, retirar la masa más grande de la refrigeradora, cortar en pedazos pequeños y luego unirla con las manos. Con esto lo que harán es que la masa se ponga suave. Estirar la masa sobre la mesa enharinada, calculando que sea del tamaño de la base del molde más los bordes. Para que tenga forma de más o menos un círculo, es recomendable hacer girar la masa 45 grados después de cada pasada del rodillo, así se provecha también de ir asegurándose que la masa no se pegue a la mesa.

Con la ayuda del rodillo transferir la masa al molde, el cual debe estar limpio, es decir que no es necesario que esté engrasado ni enharinado.

Presionar la base y los bordes procurando que no se rompa la masa, si eso sucede reparar con un trozo de masa. Con la ayuda de un cuchillo retirar los bordes que sobran del borde del molde.

Una vez forrado el molde con la masa colocar las moras. Distribuirlas de forma pareja dentro del molde y llevar a la refrigeradora.

Mientras la tarta con el relleno se está refrigerando, retirar el otro disco de masa. Hacer lo mismo que con el anterior, es decir, cortar en trozos y amasar, ahí aprovechan y ponen lo que haya sobrado de masa luego de terminar de forrar el molde . Luego estirar sobre la mesa enharinada hasta lograr que tenga el tamaño de la base del molde del pie. Con un cuchillo cortar tiras procurando que tengan el mismo grosor. Pueden ayudarse con una regla o hacerlo simplemente al cálculo. Como esta es una tarta casera en verdad no es necesario que queden muy parejos.

Retirar la tarta de la refrigeradora y colocar las tiras de masa de modo que se forme el enrejado. Aquí pueden optar por dos formas, colocar primero una capa de tiras y luego la segunda en forma transversal. Al final, con un cuchillo retirar los sobrantes de las tiras, nuevamente procurar no cortar la masa de los bordes.

La otra forma es hacer un enrejado en sí, es decir, entrelazar las tiras de masa. Así queda más bonito, pero es un poquito más trabajoso. Para lograrlo ponen primero una capa de tiras, luego levantan las tiras ya puestas pero de forma intercalada, colocan una nueva tira en forma transversal y luego bajan las tiras levantadas. Continuar intercalando el enrejado.

Con cuidado doblar la masa de los bordes de la tarta de modo que cubran las terminaciones del enrejado. Si desean presionen los bordes con un tenedor para darle un mejor acabado.

Con una brocha, pincelar huevo batido o leche, esto para que tome un color brillate en el horno.

Colocar la tarta en la refrigeradora y prender el horno para que vaya precalentando a 400°F/200°C. Cuando el horno esté caliente, retirar la tarta de la refrigeradora y ponerla en el horno por 15 minutos. Transcurrido ese tiempo, bajar la temperatura a 350°F/180°C y dejarla por unos 45 minutos más.  Retirar del horno y colocar sobre una rejilla para que enfríe. Esta vez usé un molde refractario, así no tenía que desmoldarlo ya que se puede servir directamente de dicho molde. Si desean, pueden usar un molde desarmable, en ese caso, una vez fría la tarta desmoldar.

A mí me encanta comerla un poquito tibia, así que la pongo unos 15 segundos en el microondas antes de servir, y si quieren la comen acompañada de una bola de helado.

Como ven hice dos versiones del enrejado. Pongo ambas para que cuando la hagan sepan cómo queda con los dos estilos. Eso sí, el sabor es el mismo, pero dime, como todo entra por ojos, ¿cuál te provocaría más?

Hacer click aquí para obtener la receta de la Tarta de Moras.