Después de varios días de ausencia, vuelvo muy feliz de poder compartir esta receta con ustedes.
Esta es una receta especial ya que es un regalo de la comunidad Judía para todos nosotros, se trata del Challah.
Estuve de vacaciones un par de semanas, sí, aprovechando las vacaciones de medio año de los chicos, así que he tenido tiempo de hacer algunas recetas, pero la verdad es que tiempo para el blog he tenido muy poco. O creo que pocas las ganas de meterme en la computadora para preparar las fotos y escribir un post. Vamos, estaba de vacaciones.
Pues bien, en uno de esos días que tenía todo el tiempo del mundo decidí aventurarme en la receta del pan Challah, la cual quería hacer hace tiempo, y es que para hacer este pan se necesita sobre todo paciencia, mucha paciencia para lograr un buen trenzado. Claro que yo opté por uno simple, de tres cordones, tal como usamos en los peinados, pero hay trenzas hermosas logradas usando 4, 5, 6, y hasta más cordones.
No soy experta en costumbres judías, les mentiría si les cuento la historia de este pan porque la verdad no la conozco, por lo menos no sé más de lo que se pueda encontrar en Wikipedia. En el libro The Bread Bible, de Beth Hensperger, de donde tomé la receta, menciona que es un pan tradicional que se hace el viernes para el Sabbath.
La autora cuenta que la receta publicada en su libro es de la bisabuela rusa de una amiga y que la receta fue traducida del hebreo cursivo. De hecho la receta fue traducida del hebreo al inglés. Por lo tanto considero que esta es una receta de aquellas que debemos guardar, debe tener toda una historia.
La receta es para hacer 4 trenzas, así que la he dividido para solo hacer dos. Miren, el pan es muy noble y si bien al principio pensé que seguramente iba a tener que congelar uno de los panes, la verdad no hizo falta. Primero que es un pan tan rico que una trenza se va rápido, por lo menos eso pasó en mi casa.
La segunda duró un poco más y la verdad es que no se secó ni se puso dura. Esta segunda trenza la tuve en el horno (apagado naturalmente) por un día y luego la puse dentro de una bolsa de papel. El pan se mantuvo muy bien. Claro que si se llega a secar y ya no está tan suave, quedará perfecto para hacer tostadas francesas.
En un tazón mezclar 3 tazas de harina con el azúcar y la levadura instantánea.
Hacer un hueco en el centro y agregar el agua tibia, huevo, yema y aceite de oliva y mezclar bien con una cuchara de madera.
Agregar la sal y mezclar bien.
A mano o en batidora, amasar bien agregando el resto de la harina cucharada por cucharada, hasta lograr que la masa no se pegue a la mesa o hasta que se desprenda de los bordes del tazón. Si es necesario agregar un poco más de harina, pero cuidando de no secar la masa, esta debe quedar suave.
Hacer un bollo, colocar en un tazón grande engrasado, hacer girar la masa para impregnarla del aceite y luego cubrir con film.
Dejar reposar por 2 horas, hasta que duplique su volumen.
Con el puño, presionar suavemente la masa para desgasificarla.
Volver a formar el bollo, colocarla en el tazón y cubrir con el film.
Dejar reposar por 1 hora, hasta que duplique su volumen.
Desgasificar la masa y colocarla sobre la mesa enharinada. Dividir la masa en dos y cada mitad dividirla en tres partes iguales. Es mejor si pesan la masa para conseguir tamaños exactos. Tomar tres partes de la masa y formar cordones de unos 33 cm. cada uno, colocarlos en forma paralela, con unos 2 cm. de separación, espolvorearlos con harina y empezar a trenzar comenzando por el centro, no desde arriba. Una vez se haya llegado al final, doblar la terminación hacia dentro y presionar bien para sellar. Con cuidado girar la trenza para que la parte trenzada quede arriba y la parte de los cordones sin trenzar quede abajo. Terminar de formar la trenza y sellar al final.
Colocar la trenza en una placa engrasada o con silpat. Mezclar un huevo con una cucharada de leche (a esta mezcla se le llama doradura), barnizar con ella la trenza y cubrir con film. Hacer lo mismo con las otras tres porciones de masa.
Dejar reposar por 40 minutos, hasta que dupliquen el volumen. Barnizar las trenzas con el resto de doradura y si se desea, espolvorear con ajonjolí y/o chía.
Hornear en horno precalentado en 350°F/180°C por 40 minutos. Retirar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Adoro el Challah y el tuyo se ve maravilloso. Es delicioso tostado con mucha mantequilla y es excelente para hacer French toast (no se como se dice en español). Lo solía hacer muy seguido pero es peligroso porque termino comiéndomelo todo. Te había extrañado 😥😥😥
Me encanta, no es complicado hacerlo y es bien rendidor. Claro hago la trenza más fácil, para qué complicarse la vida…
Las vacaciones de los chicos vienen bien para cortar un poco el año! Yo empecé a amasar con esta misma receta! Es genial, sale my bien y es tan rico el pan! Tengo muchos libros de Beth Hensperger y son increíbles.
Me encanta ese libro, en verdad tiene recetas muy buenas. Lo único que no me gusta es que no tiene fotografías, y amo los libros cuando están llenos de fotos de las recetas.
Pingback: Babkallah, el pan nacido del Babka con el Challah | Mi Vida en un Dulce
No conocía este pan, tiene una pinta estupenda, lo puedo imaginar recién salido del horno 🙂
Gracias por compartir, se va para mi carpeta de recetas.
Pingback: Rosca de Naranja y Cardamomo | Mi Vida en un Dulce