¿Por qué siempre acompañamos las comidas con arroz? ¿De dónde nos viene esa costumbre? El arroz es infaltable, sobre todo si lo que tenemos de plato de fondo viene con mucho jugo.

¿Y qué tal si esta vez en lugar de arroz ponemos un Gratinado Cremoso de Papa? ¿Se animan?

No soy de las personas que les guste mucho del arroz, de hecho siempre dejo algo. Ahora bien, hay arroces y hay arroces, si me sirven uno bien graneado y con rico sabor a ajo, entonces me lo devoro hasta el último grano, lo mismo me pasa con el arroz con pato o el arroz chaufa. Creo que lo que me gusta es el arroz con mucho sabor, de lo contrario lo encuentro insípido y sin gracia.

Lo mismo me pasa con la papa, ponerme papa sancochada en el plato no es algo que haga con frecuencia, salvo que se trate de una papa a la huancaína o una ocopa, fuera de eso, paso. Pero claro, si la papa está frita o dorada, u horneada con un trozo de queso, bueno, la cosa cambia. Al igual que el arroz, una papa sancochada me parece insípida, por eso no me gusta mucho.

Entonces cuando me toca cocinar ¿qué hago? Bueno, a decir verdad, preparo arroz…ja,ja,ja. Es que hacer arroz en una olla arrocera es tan fácil: metes todo en la olla, la conectas y te olvidas, por eso amo la tecnología. Eso sí, siempre le pongo ajo, pero en polvo, me da flojera picar ajo fresco y nunca, nunca compro ajo molido.

Entonces, si quiero salir de la rutina y no poner arroz la alternativa es papa, ya, está bien, hay otras miles, pero hoy nos estamos centrando en el arroz y cómo reemplazarlo con papa, ¿ok? Entonces, como decía, vamos con la papa. La papa frita es maravillosa, pero seamos sinceros, no es la mejor alternativa por la cantidad de grasa, y no siempre va con todas las comidas.

Fue así que buscando algo diferente encontré este Gratinado Cremoso de Papa de entre las recetas de Niguella Lawson. Es una receta como a ella le gusta, abundante, con mucha energía (por no decir calorías) y mucho sabor. Lo bueno es que es adaptable, por ejemplo, se puede usar leche baja en calorías, yo usé la que es 0%, incluso se podría usar una sin lactosa. En el caso de la crema de leche, también se podría optar por una baja en grasa, en mi caso usé la crema de «leche» de arroz porque la de leche no me cae bien.

Algo que no pide la receta y me pareció genial ponerle fue mozarela, quedó perfecta al gratinarse. En fin, con todos los cambios el resultado fue muy bueno, los chicos se lo comieron todo, incluso una amiga de mi hija que no come papa hasta repitió, así que resulta un éxito.

Vamos a prepararlo. Pelar y cortar la papa en rebanadas de más o menos 1 centímetro de espesor.

Poner las papas en una olla junto con la leche, la crema, la cebolla entera, el ajo y la sal. Colocar la olla en la hornilla y cocinar hasta que la papa esté al dente. De cuando en cuando, con una cuchara de madera, muevan un poco la papa para asegurarse de que no se pegue.

Retirar la cebolla y vaciar la papa con la leche dentro de un molde engrasado que sea apto para el horno. Espolvorear con queso rallado, salpimentar y hornear en horno precalentado en 450°F/240°C por unos 15 minutos. Si el queso no ha llegado a dorar, pueden poner el horno en broil o dejar el molde unos 5 minutos más.

Retirar del horno y dejar reposar por unos 10 a 20 minutos, eso hará que tome consistencia y puedan servir sin dificultad.

 Fuente: Calorie Count