Es increíble cómo rinde la quinua, cómo un grano tan pequeñito puede expandirse tanto hasta sobrepasar el doble de su volumen cuando se cocina.

Y lo mejor de todo, la cantidad de nutrientes que tiene y la cantidad de platos que puedes hacer con ella, como este Pastel de Quinua.

Con la quinua se puede hacer cualquier plato imaginable, dulce o salado, queque o pan, ensalada o sopa, refresco o mazamorra, en fin, lo que quieran. Hoy les traigo una receta rápida y fácil, que estoy segura le encantará a toda la familia.

Se trata de un riquísimo Pastel de Quinua, que lo pueden hacer ya sea con quinua que les haya sobrado y la tengan en la refri o con quinua recién hecha. Es bastante versátil y con esta receta de base ustedes pueden hacer modificaciones para acomodarla más a sus gustos. La cosa es que al final la gratinen con mucho queso para que a todos se les haga agua la boca, ya ven que cualquier cosa que sea gratinada siempre será deliciosa.

Lo primero que van a necesitar será más o menos dos tazas de quinua cocida. Si ya la tienen hecha, retírenla de la refri una hora antes para que no esté tan fría, pero si solo tienen cruda, entonces cocinen una taza de quinua en dos tazas de agua, la cocinan hasta que el líquido se haya consumido. Ojo, laven bien la quinua antes de cocinarla.

En una olla poner a calentar el tuco. Miren, puede ser uno hecho en casa o comprado, pueden usar uno que sea solo de tomate o con trocitos de carne. Pueden también usar salsa blanca, con champiñones, con cebollita, con alcachofas, lo que gusten.

Cuando la salsa haya calentado (no es necesario que hierva), agregar la crema de leche. Pueden usar crema de leche regular o baja en calorías, o si prefieren una vegetal, como la de arroz.

Luego agregamos queso andino rallado, aunque si prefieren pueden usar queso parmesano.

Cuando todo está integrado y caliente, agregamos la quinua cocida y movemos bien. En este punto el queso ya debe estar derretido y quizás se les haga un poco pesado mover todo, pero así es, debe quedar una mezcla espesa.

Apagan la hornilla y agregan albahaca picada. Me encanta el sabor de la albahaca, le da un toque fresco al pastel, pero si ustedes prefieren no ponerle entonces la pueden omitir, en verdad va a depender de la salsa que hayan usado en un principio. Pueden ponerle orégano o tomillo fresco, o un poco de huacatay, jueguen con los sabores que a su familia más le gusten.

Colocar la mezcla dentro de un molde cuadrado de 18 x 18 centímetros, el cual debe estar bien engrasado, emparejar y colocar mozzarella rallada. Traten de cubrir todo el pastel, yo no le puse mucho porque solo tenía un poco en la casa, y es que este pastel se hace en verdad con lo que tengas disponible, pero sí es básico tener un queso que se derrita bien.

Hornear en horno precalentado en 350°F/180°C por 10 minutos, hasta que vean que el queso se ha derretido, luego ponen el broil para que dore. Retirar del horno y dejar reposar unos minutos antes de cortar.