Estarán de acuerdo conmigo cuando digo que uno de los placeres más grandes de la vida es comer, e incluir esta delicia en el desayuno hará que todos en casa los adoren y los amen, por lo menos hasta que terminen de saborear el último bocado.

¿Qué es esto? Pues es una tacita formada con lonjas de tocino, cuya base es una pequeña tostada y el interior está relleno con queso derretido y un huevo medio cocido, todo hecho en el horno, delicia total.

La gente siempre me pregunta si es que como todo lo que hago, la respuesta es no siempre, es decir, luego que preparo algo pruebo un poco pero no todo, a veces simplemente no me provoca y disfruto viendo cómo mi familia lo saborea. Pero claro, hay casos en los que definitivamente no puedo resistirme, y como, y como, y como.

Pero es verdad que en el día a día me la paso contando las calorías de lo que como, balanceando los alimentos y bebiendo mucho líquido. Sí, tengo esa manía de tratar de controlar lo que como para tratar de controlar mi peso, es una tarea bastante difícil y lo puedo conseguir de lunes a jueves, que estoy en la oficina, algunas veces los viernes, pero sábados y domingos es una tarea muy difícil.

Pero si al control de peso le tengo que agregar el control de ciertas comidas que tengo restringidas, entonces puede resultar una tarea bastante complicada, pero menos mal no es todo el tiempo. Tengo una enfermedad que se llama Colitis Ulcerativa y cuando me da lo que el doctor llama crisis, tengo negado todos los lácteos, no puedo consumirlos en cualquiera de sus formas y presentaciones.

Lo otro es la migraña, cuando estoy en mis etapas críticas no puedo tomar jugo de naranja, no puedo tomar vino y no puedo consumir alimentos que contengan glutamato monosódico, todo eso es fácil, ¿pero saben qué más no puedo consumir? CHOCOLATE. Los lácteos la verdad los puedo manejar, si bien muero por el queso, es algo que me puedo privar temporalmente, lo mismo sucede con el vino, pero el chocolate…esa es una tarea muy, pero muy difícil y sufro mucho.

Independientemente de todo eso debo luchar con los antojos de mi esposo y mi hijo, sobre todo en el desayuno. Ya vieron que uno de sus platos favoritos para las mañanas es la salchicha de Huacho con huevo revuelto, o «revoltijo» como le dice Andrés.  Pero eso no es todo, también se les antoja tocino, chorizo de la selva, queso frito, tamales y hasta chicharrón. Y yo ahí viendo cómo comen, saboreando los olores, eso es simplemente demasiado para mí.

Un día vi en el blog de Joanne estas «tacitas» y desde entonces no salían de mi cabeza. No quería prepararlas porque sabía que no podría resistirme y entonces las dejé olvidadas. Pero hace unos días a ella se le ocurrió refrescarnos la memoria con esta receta y fui débil y la preparé. Fue el fin de semana que me quedé sola con mi hija porque mi esposo y mi hijo se fueron a un fin de semana de papás e hijos, con unos amigos del colegio de Andrés.

Sí, me lo preparé para mí solita y me lo comí. Sí, pequé, pequé de egoísmo y de gula, pero saben qué, lo disfruté, disfruté cada bocado que me llevaba a la boca, porque sabía que para volverlo a comer va a tener que pasar buen tiempo, así nomás no puedo darme el gusto de comer tocino, queso y huevo en un mismo plato.

Para hacer este pequeño pecado hay que cortar un pan tostado del tamaño de la base del molde de muffin. Pueden usar un cortador de galletas para hacerlo. El sobrante de pan, se lo comen.

Luego hay que colocar este pequeño círculo en la base del molde de muffin. La base hay que engrasarla un poco, es mejor si usan la grasa en spray, pero si desean pueden engrasar con mantequilla.

Luego colocar en las paredes del molde las lonjas de tocino. Aquí un comentario, la recomendación que da Joanne para que el tocino quede crocante es que primero se pase por una plancha o sartén. Hay que cocinarlo de modo que quede un poco firme, pero con la flexibilidad suficiente para que puedan manipularlo. Yo no lo pasé por la sartén, eso porque la verdad me levanté tarde y me moría de hambre y ya lo quería comer, es por eso que al final el tocino no quedó tan doradito.

Sobre la tostada colocar queso. Le puse queso parmesano recién rallado, pero la verdad pueden ponerle el queso que quieran, quizás con uno tipo andino quede delicioso.

Sobre el queso colocar el huevo y lo sazonan con sal y pimienta. No le pongan mucha sal porque el tocino y el queso ya son un poquito salados. Si quieren ponerle pimienta, les recomiendo que sea recién molida y si quieren, le pueden poner un poquito de picante, quizás pimienta de cayena o el ají que se pone en la pizza. También pueden colocarle alguna hierba, yo le puse romero fresco porque es lo que tengo en mi jardín.

Ahora sí, la tacita está lista para ir al horno. El horno debe haberse precalentado en 400°F/200°C. Sí un horno fuerte, y deberá quedarse ahí por unos 10 minutos, en verdad dependiendo de qué tan cocido quieren que quede el huevo.

Lo retiran del horno y con mucho cuidado de no quemarse y con la ayuda de una cuchara van a levantar la tacita desde el fondo del molde, y suavemente la colocan sobre el plato en el que irá a la mesa. Si desean, pueden dejarlo en el molde, y comerlo de ahí, pero no se ve tan bonito. Eso sí, debe comerse caliente. Háganlo, no se van a arrepentir.

No hay una receta con cantidades específicas para hacer las Tacitas de Tocino, Queso y Huevo ya que las cantidades estarán de acuerdo a cuántas tacitas quieran hacer.