Ingredientes:

• 2 ½ tazas de harina sin preparar
• 1 ½ cucharaditas de polvo de hornear
• ½ cucharadita de bicarbonato
• ½ cucharadita de sal (ver notas)
• 200 g de queso rallado
• 2 huevos
• 4 cucharadas de mantequilla sin sal derretida
• 1 taza de buttermilk (ver notas)

Preparación:

1. Precalentar el horno en 350°F/180°C.
2. Engrasar un molde rectangular de 6 tazas de capacidad, colocar papel manteca de modo que cubra la base y las paredes más anchas del molde y engrasar.
3. En un tazón grande cernir la harina junto con el polvo de hornear, bicarbonato y sal.
4. Agregar el queso rallado, dejando unos 50 g para después, y mezclar. Reservar.
5. En otro tazón mezclar los huevos hasta que las yemas se integren con las claras.
6. Agregar la mantequilla y el buttermilk y mezclar hasta integrar.
7. Verter los líquidos sobre los ingredientes secos y mezclar hasta que no queden rastros de harina.
8. Vaciar la masa dentro del molde, emparejar y cubrir con el resto del queso.
9. Hornear por 50 a 60 minutos, hasta que al insertar un probador este salga limpio.
10. Retirar del horno, dejar reposar 10 minutos y luego desmoldar sobre una rejilla para que enfríe totalmente.

Notas:

1. La cantidad de sal dependerá de qué tan salado sea el queso que se use.
2. Si no se consigue buttermilk se puede hacer en casa mezclando ⅓ taza de yogurt griego natural con ⅔ taza de leche.
3. Se puede agregar un poco de ají a la masa para que le dé un toque picante.

Receta inspirada en: Cheddar Bread de Martha Stewart